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miércoles, 26 de febrero de 2014

La mediación escolar.

Estos días hemos estado poniendo en práctica la mediación escolar en el instituto.
Para darnos a conocer, los mediadores fuimos por las clases del centro explicando en que consistía nuestro trabajo, la función y sobre todo la finalidad de la mediación.
 Empezamos explicando que los mediadores somos un canal para que las personas que tienen un conflicto puedan llegar a un acuerdo mutuo y así resolverlo.

Al cabo de unos días llegó nuestro primer caso; dos niños habían tenido un problema a la hora del patio. Empezamos la mediación hablando con ellos para conseguir su confianza en nosotros y así que nos pudieran contar el problema desde su punto de vista. Al principio ambas partes del conflicto estaban enfrentadas y no aceptaba ninguna de ellas poder pensar en el lugar del otro. Poco a poco empezaron a reflexionar en lo que había ocurrido y en una forma posible de poder solucionar el problema.

Al final los dos niños llegaron a un acuerdo, y prometieron cumplir todo lo que habían pactado.

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Quién soy yo?


El otro día bajamos al patio para hacer una dinámica de grupo, la cual consistía en ponernos solos delante de un árbol o una planta, y cuando estuviéramos situados, entonces preguntarle : ¿Quién soy ?
Como es obvio, el árbol no nos contestaba directamente, pero el fin de esta dinámica era la reflexión de uno mismo, para saber o conocer la personalidad de cada uno.

En cuanto me puse delante mi árbol, me di cuenta de que en realidad no sabia bien quien era, que si tenia mi propia personalidad marcada, o solo estaba marcada por la gente que me rodeaba. 

Esta dinámica me izo crecer como persona, ya que reflexioné, y me propuse cambiar todo lo que hacia, pero en realidad no me gustaba.


martes, 18 de febrero de 2014

El lazarillo y su guía.

El otro día, bajamos al patio para hacer una dinámica de grupo junto a mis compañeros de la clase de psicología.

     El maestro empezó a explicarnos en que consistía la dinámica que íbamos a hacer: nos teníamos que poner en parejas, y uno de cada dos tenia que ponerse un pañuelo en los ojos de manera que no podía ver nada. Su compañero tenia que acompañarlo por el patio poco a poco y cuando decidiera que el lugar en el que estaba era bueno, dejarlo solo y volver al punto de inicio. Esta parte de la dinámica era fácil para ambas partes, solo el que no podía ver nada tenia que confiar en su compañero.
     La parte más complicada empezó cuando el maestro nos comunicó que nosotros, los "guías",  también teníamos que ponernos algo en los ojos hasta no poder ver nada de lo que nos rodeaba. En ese momento nuestro deber era ir a por nuestros compañeros y traerlos de vuelta al punto de inicio sin que estos se dieran cuenta de que su guía también iba cegado.
     Cuando me puse mi pañuelo me di cuenta de que no sabia donde estaba, y tampoco sabia como llegar a mi compañera. Perdí el sentido de la orientación por un momento, y cuando conseguí averiguar hacia donde tenia que ir, poco a poco iba avanzando en su busca. El problema o gracioso es que para llegar a ella tenía que pasar por dos campos de fútbol los cuales estaban llenos de niños jugando y gritando "¡cuidado que ahí va la muchacha ciega!". 
     Cuando conseguí llegar a ella, la cogí y poco a poco pasamos todo el recorrido del patio, y en todo momento tenia que ir diciéndole por donde estábamos y lo poco que nos quedaba para acabar ya que tenia que trasmitirle toda la confianza posible. Finalmente cuando llegamos y pudimos ver ella se quedó impresionada de lo que acabábamos de hacer, ya que en ningún momento había creído que las dos andábamos sin saber lo que nos esperaba en el camino.